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Madre, hijo y lo divino femenino


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Cómo una madre y un hijo en Brasil terminaron haciendo Navaratri Sadhana juntos

Acabo de regresar a Brasil después de nueve meses viajando por India y el Sudeste Asiático. Mi esposa estaba radiante de emoción por el Navaratri Sadhana (práctica especial diseñada para conectar con Devi), mientras yo me sentía incierto. Siempre he tenido un amor profundo por Devi, pero los sadhanas de Devi nunca se sintieron como mi camino personal. Aún así, mi esposa insistió, y con cierta vacilación acepté.


El día antes de que comenzara Navaratri (celebración de lo divino femenino), empacamos nuestras cosas y fuimos a visitar a mi madre en su casa de campo. No la había visto desde que salí de Brasil. El reencuentro fue emocional: la abracé, la besé, lloré con ella. Pero me rompió el corazón darme cuenta de que su depresión había empeorado. Había sido apartada de su trabajo y ahora estaba con medicación psiquiátrica fuerte.


En este primer día de Navaratri, mientras comenzábamos la práctica, una extraña debilidad y confusión se apoderaron de mí. Todo lo que podía pensar era en mi madre en la otra habitación. Se volvió claro: esto no era coincidencia. Devi nos había traído aquí, y mi lugar estaba con ella. Salí de la práctica guiada, fui a su cuarto y la abracé mientras dormía. Pasando mis manos por su cabello, sentí cómo todo mi ser se recargaba. Mis palmas vibraban con energía, mi cuerpo vivo con presencia.


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Cuando despertó, le dije a mi esposa que no podía continuar el sadhana sin mi madre. Así que la invité a unirse. Ella no dudó. Se sentó, escuchó, me permitió traducir, repitió los mantras y meditó con nosotros. Le enseñé a aplicar kumkum en sus chakras. Aceptó. Sonrió. Se quedó.


Desde ese momento, aceptó practicar con nosotros cada día de Navaratri. Para mí, esto se siente como la gracia de Devi moviéndose a través de las grietas de nuestra familia, comenzando a sanar viejas heridas. Meses antes, en el ashram, había soñado con mi madre y hecho ofrendas a Devi, suplicando por su bienestar. Ahora ella está aquí, sentada a mi lado, recibiendo la presencia de Devi directamente.


No tengo idea de cómo se desarrollarán estos nueve días. Todo lo que sé es que aquí, en una lejana finca brasileña, junto al santuario de la Virgen María en nuestra propiedad familiar católica, Navaratri ha comenzado a tocar nuestras vidas. Y por eso, no podría estar más agradecido con Sadhguru y con la Fundación Isha por traer estos maravillosos sadhanas guiados a nuestro hogar.


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Navaratri (en sánscrito, nava = nueve, ratri = noches) es un festival espiritual de la India que dura nueve noches y diez días, dedicado a la energía femenina divina, a Devi en sus diferentes formas.

Durante estas noches, se realizan cantos, mantras, meditaciones y rituales que buscan invocar, honrar y experimentar lo femenino como fuerza creadora, protectora y transformadora.


1 comentario


lloré al leer tu historia. Deseando lo mejor para tu mamá. 😍

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